Por Martina Iñiguez
Cuando se trata el tema del origen del cantor Carlos Gardel, la lógica tradicional ofrece proposiciones unidas por contrariedad a otras que no pueden ser simultáneamente verdaderas.Podrá objetarse que la postulación del criollismo rioplatense de Gardel colisiona con la partida de nacimiento de Charles Romuald, pero no es inédito que los HECHOS modifiquen la aparente veracidad de un documento.
Durante años, los adictos a la “historia Oficial” pidieron alguna prueba concreta del nacimiento de Gardel en el Uruguay.
Ahora la tenemos, y si bien no se trata de un acta de nacimiento porque el cantor fue un indocumentado hasta 1920, existen en cambio otros documentos identificatorios irrebatibles como lo son sus fotografías de infancia.
La comprobación de que la primera de ellas fue tomada en Montevideo, antes de que Berta Gardes llegara al Río de la Plata con su hijo francés es lo suficientemente contundente como para derrumbar TODA la “Historia Oficial”.
Cuando un dato es esencialmente cierto, como lo es la asistencia ahora probada de Carlos Gardel, a través de un documento fotográfico que lo muestra como parte de un grupo escolar en la Escuela de varones Nº 27 de la calle Durazno 337, de Montevideo, no se puede seguir negando que esa fotografía determina:
a) La PRESENCIA indiscutible del cantor en esa ciudad en fecha anterior al arribo de Berta Gardes a Buenos Aires con su hijo Charles Romuald Gardes, nacido en Toulouse en 1890, con más de seis años de edad.
b) La PRUEBA de que hubo dos niños a los que se ha tratado de fusionar en uno solo a los fines de que Berta Gardes, madre adoptiva del cantor, pudiera hacerse acreedora a su herencia.
A partir de ese hecho irrebatible, todas las consideraciones que hasta el presente se han hecho para tratar de demostrar el francesismo de Carlos Gardel quedan invalidadas por el HECHO CONCRETO Y PROBADO que lo ubica en Montevideo antes de 1893 con una edad que oscila entre los 6 y 8 años, comprobación que fue posible gracias a que el propio Carlos Gardel expresó al Sr. Salterain Herrera haber concurrido a la escuela Nº 27 del barrio Sur de Montevideo, situada en la calle Durazno casi Médanos, testimonio que quedó documentado por Avlis en el libro “Carlos Gardel, El hombre y su muerte”, pag. 77, hace más de 30 años.
La documentación aportada por la Sra María Hortiguera, directora del Museo Pedagógico de Montevideo, redondeó las pruebas.
La presunción de su origen criollo pasó a ser entonces, de una conjetura, a la conclusión a la que se arriba evaluando, objetivamente, todas las probanzas acumuladas.
Tan válido como el hallazgo de la verdad, es la demostración de la mentira y esta fotografía ha demostrado también que es MENTIRA que esa foto escolar haya sido tomada en Buenos Aires, como lo han repetido tantos historiadores y como todavía insiste en ello el investigador Juan Carlos Esteban en la nota publicada en el mes de diciembre de 2007 por el Centro de Estudios Gardelianos:
ARRIBO DE BERTHE GARDES a Nueva York
http://www.quienesgardel.com.ar/trabajos/arribo_gardes.html
Dice allí:
“c) La presunta escolaridad de Gardel en Montevideo, indocumentado y carente de registros y matrículas que lo acrediten como alumno, en base a una foto de una escuela de Buenos Aires, suministrada casualmente por Bertha Gardes.”
Aquí vemos lo que decía al respecto la revista Ahora el 23 de Junio de 1950. Se suponía entonces que esa fotografía correspondía a una escuela de Buenos Aires. Es lógico que así fuera porque si suponían que Gardel era francés, no podía imaginarse que esa fotografía hubiera sido tomada en Montevideo.
El investigador insiste en decir “en base a una foto de una escuela de Buenos Aires”, porque es consciente de que si la foto no fue tomada en Buenos Aires, en alguna de las escuelas a las que asistió el hijo francés de Berta Gardes, TODA SU TEORÍA DEL FRANCESISNO DE GARDEL SE DERRUMBA.. Pero su afirmación no tiene sustento. No puede probarse por la sencilla razón de que es errónea.
Refuerza esta convicción al decir “suministrada casualmente por Bertha Gardes.” porque con esa afirmación admite lo que nunca se puso en duda: QUE EL NIÑO DE LA FOTO ES EFECTIVAMENTE CARLOS GARDEL, sin necesidad de que se haga peritaje alguno para confirmarlo. No hay otra explicación que justifique que Berta Gardes tuviera en su poder una foto de un grupo escolar de una escuela de Montevideo a la que el cantor afirmó haber asistido, y que afirmara además que se trataba de Carlos Gardel.
Las fotografías existentes de la Escuela Superior de Niñas de Talcahuano 678, a la que asistió el hijo francés de Berta Gardes, con sus enormes diferencias edilicias con la escuelita de Durazno y Médanos, PRUEBAN que la fotografía escolar de Gardel no fue tomada allí.
Como si no bastaran las diferencias existentes a simple vista, recordemos que los planos de la escuela de Talcahuano 678, no tienen tampoco ninguna coincidencia con las características de distribución de la escuela de Durazno y Médanos.
Hay que agregar a lo dicho que no hay ninguna posibilidad de que la fotografía escolar de Gardel haya sido tomada con posterioridad a 1897, porque un segundo documento fotográfico tomado en 1894 en Buenos Aires por la casa Benincasa Hnos. lo muestra con alrededor de 10 años, es decir, con más edad, acompañado por una niña, que a juzgar por la fecha en que pudo ser tomada la fotografía fue Francisca Franchini.
Es imposible entonces que la foto escolar haya sido tomada en fecha posterior a la que lo muestra con la niña Franchini. En consecuencia es imposible que haya sido tomada en ninguna de las otras escuelas a las que asistió posteriormente el niño francés.
El C.E.G. niega irracionalmente las evidencias de que esa fotografía fue tomada en Montevideo y afirma, tratando ilusoriamente de sostener lo ya insostenible, que fue tomada en una hipotética escuela de Buenos Aires, pero no aporta prueba alguna que permita suponer siquiera de que escuela se trata.
Si tuvieran la intención de debatir seriamente informarían concretamente a qué escuela de Buenos Aires se refieren.
Es evidente que no pueden invalidar NADA porque no tienen fotografías o planos de la misma que permitan determinar coincidencias edilicias entre la foto escolar suministrada por Berta Gardes y la supuesta escuela que mencionan.
Tanto el C.E.G como sus integrantes, al hacerse los desentendidos sobre este tema, por su incapacidad de rebatir este HECHO tan definitorio de la orientalidad de Gardel, robustecen, reafirman y confirman las siguientes conclusiones:
1) El hecho probado de la presencia de Gardel en Montevideo antes de 1893, demuestra que el testamento ológrafo presentado por Berta Gardes y Armando Defino, a los fines de suplantar a Carlos Gardel por el hijo de Berta Gardes nacido en Toulouse en 1890, era, es y será falaz hasta que no se demuestre lo contrario.
Aún en el caso de ser auténtico, es decir, de haber sido escrito por el cantor, su contenido , ante la probanza de la existencia de otro niño, resulta falaz y se hace evidente entonces que fue escrito por consejo de Armando Defino, para evitarle a Berta Gardes el problema de tener que explicar su verdadera filiación con el cantor, habida cuenta de que toda la documentación de Gardel, además de la sutil diferencia en el apellido, lo daba como nacido en Tacuarembó, Uruguay, en 1887, y con ambos padres fallecidos.
El mismo Armando Defino dice en su libro “Carlos Gardel, la verdad de una vida”, pag 93:
“Cuando se acercaba la fecha en que debía volver a Europa, se actualizó lo referente a su situación jurídica por el cambio de nombre. Si bien es cierto que la única dificultad era la del cambio de la “s” por la “l”, le aconsejé que hiciera el testamento ológrafo aclarando sus nombres, apellido, fecha y lugar de nacimiento.” Con este comentario está admitiendo implícitamente que las dificultades no estaban sólo en el cambio de la “s” por la “l”, sino también en que Carlos, en su documento oficial, se confesaba nacido en OTRO año: 1887, de otra nacionalidad: URUGUAYO NACIDO EN TACUAREMBÓ, y con sus padres FALLECIDOS.
El Dr. Carlos Perrota afirma que estas diferencias no hubieran impedido que Berta Gardes heredara al cantor, en caso de una desgracia, aún si hubiera hecho el testamento a su favor sin decirse hijo de la misma, pero Carlos no sabía que había otros procedimientos que hubieran podido significar el reconocimiento legal de Berta como su madre, porque no era abogado ni empleado de escribanía, entonces hizo lo que le aconsejó alguien en quien él confiaba al punto de llamarlo “hermano”.
Dice además el Dr. Perrota: “
“Se discute, ¿por qué, siendo su madre heredera forzosa, se hacía necesario un testamento? Fácil es la respuesta, si se tienen en cuenta dos cosas:
a) que si hoy día, obtener una partida francesa para acreditar un vínculo demora meses y cuesta dinero, mucho mayor problema era hace setenta años; y
b) que el cantor había firmado todos sus contratos, canciones y aún cuentas bancarias como CARLOS GARDEL, lo que hubiera provocado también largas y costosas tramitaciones aquí y en el extranjero para lograr decisiones judiciales que declararan que CARLOS GARDEL y CARLOS ROMUALDO GARDES eran una misma persona. TODO ELLO LO SIMPLIFICÓ EL TESTAMENTO.”
En esencia, el Dr. Perrota está admitiendo que sin ese testamento, por la forma en que la justicia actúa, Berta se hubiera muerto antes de poder acceder a la herencia del cantor, dado que el testamento no sólo tuvo que poner en claro el cambio de una letra , sino también crear un vínculo hasta entonces jurídicamente inexistente entre Carlos y Berta Gardes.
Y Armando Defino, artífice de la maniobra, se hubiera quedado de un día para otro, sin los ingresos que le proporcionaba su representado.
Lo que habría que preguntar, como decía el Arquitecto Bayardo, es: ¿por qué ese testamento lleno de irregularidades fue validado en Argentina y Uruguay?
La indolencia uruguaya en este caso fue tan culpable del fraude como la deshonestidad de Defino.
A pesar de que los defensores de la versión oficial se llenan la boca diciendo que “las justicias de Argentina y Uruguay determinaron que Carlos Gardel y Charles Romuald Gardes eran una misma persona”, la realidad dice que éste no es un caso jurídico sino histórico y la justicia no lauda en las investigaciones históricas aunque esta última podría desencadenar una investigación judicial.
Carlos Gardel, presionado por su “hermano” y ya sobre el día de partida, copió textualmente el texto que Armando Defino le presentó en el que sólo faltaba la fecha, por eso, contra su costumbre, escribió “así” correctamente y no como lo escribía siempre: “Hasí” o “Hací”, que es como lo siguió escribiendo posteriormente. Tan textualmente lo copió que hasta dejó el espacio para la fecha y recién cuando Defino le indicó que la pusiera lo hizo.
No hay otra explicación lógica para que el nº 7 haya sido agregado después de que el resto del texto fuera escrito.
Esta es una carta copiada del libro de Nelson Bayardo:
"TANGO; de la mala vida a Gardel".
Está dirigida al dueño de un restaurant en Montevideo, no está fechada pero lógicamente fue escrita antes de que Gardel viajara a Europa. En consecuencia fue anterior al testamento ológrafo.
No está claro si Gardel escribió "hasí" o "hací".
Este fragmento corresponde al testamento de Carlos Gardel escrito el 7 de noviembre de 1933. Aquí también figura la palabra "así", pero sin hache. La "s" está clara.
Este fragmento pertenece, según la página Gardel Web, a una carta que Gardel le escribió a Defino en el mes de febrero de 1934, es decir que fue posterior al testamento, donde también figura la palabra "hasí" o "hací".
Y aquí tenemos una carta escrita por Gardel a le Pera en 1934 antes de embarcarse en el Bremmen, -también posterior al testamento, donde se claramente que Gardel escribió "hací".
La realidad muestra además, que el nacimiento en Tacuarembó, resistido por sus biógrafos oficiales fue la única confesión oficial que Gardel hizo de su verdadera nacionalidad.
En consecuencia:
1) Si hubo dos niños, la genealogía y la trayectoria de Berta Gardes no tienen ninguna incidencia en la concepción y nacimiento del cantor Carlos Gardel, ya que las evidencias conducen a pensar que fue hijo de Carlos Escayola y María Lelia Oliva. Que Berta haya estado o no en el Río de la Plata antes de 1893 no cambia ese hecho porque sólo fue su madre adoptiva.
Si bien se ha probado que Berta Gardes estaba en Bordeaux en mayo de 1886, con 21 años de edad, también es cierto que habiendo alcanzado la mayoría de edad, estaba lista para decidir su propia vida.
El hecho de que haya tenido a su hijo en Toulouse, (Su maternidad es parte de la historia, aunque no se haya tratado del cantor Carlos Gardel), ofrece dos posibilidades:
a) Que efectivamente el padre haya sido Paul Lasserre, para lo cual tiene que haber estado primero un período relativamente largo en esa ciudad para tener tiempo de conocer, intimar y concebir un hijo de este señor.
La constancia migratoria hallada por la Sra Clara Koser, extendida por las autoridades migratorias de Nueva York acerca del arribo de Berthe Gardes, a esa ciudad, el día 26 de julio de 1882, a bordo del vapor Valencia, desde Venezuela y en tránsito a Francia, demuestra también que la “fantasía” de que la familia de Berta Gardes se trasladaba de un lado a otro formando un núcleo indivisible, imaginada por el investigador Esteban es también errónea.
Al hablar de la trayectoria de Berta Gardes el investigador decía:
“En 1883 la familia está de regreso en Francia, reside en 32, Rue Prunier de Burdeos.”Y ahora resulta que Berta volvía a Francia ya a mediados de 1882 sin su hermano ni su padrastro, lo que prueba que los movimientos de los componentes de la familia eran independientes.
b) La otra posibilidad es que efectivamente Berta, al alcanzar la mayoría de edad, haya dejado la casa materna para dirigirse a Toulouse a tentar fortuna (siempre dijo haber tenido una mala relación con su madre), donde aún vivía su familia paterna, y al ver que allí las posibilidades no eran muy halagüeñas, haya partido hacia el Río de la Plata. Como no hay registros de viajes hasta 1888, Berta pudo muy bien haber gestionado su pasaporte en Haute Garonne después de mayo de 1886 y antes de 1888, lo que le daba la posibilidad, una vez en el Río de la Plata y en Tacuarembó, (ya que transcurren casi 4 años de 1886 a 1890), de conocer, intimar y concebir un hijo de Romualdo López, tipógrafo de “El Heraldo” de Tacuarembó, perteneciente a Clelio Oliva, hermano de María Lelia Oliva, diario fundado a requerimiento de Carlos Escayola. (La identidad de Romualdo López está perfectamente documentada).
Recordemos además que Nelson Bayardo decía que “Berthe Gardes tomó a su cargo, en 1886, el cuidado del niño que años después pasaría por hijo suyo sin serlo, dejándolo con Anaïs Beaux antes de partir hacia Francia para tener su propio hijo” (Por supuesto la fecha es estimativa.
Al no haber registros de arribos o partidas no puede haber certezas, pero tampoco los hay en Haute Garonne hasta 1888, como para poder afirmar categóricamente que Berta nunca estuvo en el Río de la Plata antes de 1893). Ni se han encontrado registros del arribo de Anaïs al Río de la Plata pero aquí estaba.
Doble coincidencia bastante llamativa: que el hijo francés de Berta se llame Romualdo, como el linotipista de Tacuarembó y que Bayardo cite el año 1886 como posible año del conocimiento de Berta de la existencia del niño que luego se llamaría Carlos Gardel. (Nelson Bayardo falleció antes de que se conociera el censo de Bordeaux)
Si además tenemos en cuenta que Berta siempre confesó tener una mala relación con su madre, las declaraciones de Isabel del Valle y de la propia Berta en el sentido de que su madre la echó al saber que estaba embarazada, resulta creíble. No sería difícil que esta hubiera llegado de Montevideo a Bordeaux embarazada, buscando protección familiar, y que al ser rechazada por su madre se fuera a Toulouse, de donde habría partido, y pidiera protección a su tía Jeanne Pétronille Gardes , hermana de Vital Gardes, padre de Berta, casada con Marius Barrat, Administrador de Hospitales de Toulouse. Ambos tomaron a la joven Berta bajo su protección y la alojaron en su casa de la calle 4 rue du Canon D’Arcole de esa ciudad hasta el alumbramiento, donde tal vez haya permanecido hasta que resolvió volver al Río de la Plata llamada por su amiga Anaïs Beaux, a quien había dejado en Montevideo a cargo de Carlitos, antes de regresar a Francia.
Agravaba la situación el hecho de que cuando Berthe dio a luz a Charles Romuald, en Toulouse, la única familiar directa que estaba en ese momento en Bordeaux era su madre, su hermano mayor se encontraba fuera de Francia.
2) Si hubo dos niños, queda probado también que el detenido en Florencio Varela fue el cantor Carlos Gardel, quien hasta que adoptó un nombre propio utilizó la identidad del hijo de Berta Gardes para desenvolverse sabiendo que en caso de verse en un apuro su madre adoptiva lo apañaría.(*1)
De ahí que, a pesar de que Gardel tenía ya alrededor de 19 años, aprovechara la circunstancia de ser bajo y casi lampiño (testimonio de Omar Zatti) para hacerse pasar por un menor imberbe. Es evidente que no presentó identificación alguna porque el prontuario dice claramente de su edad que es APARENTE.
Dice vivir en Uruguay 162, desconociendo que Berta se había mudado ya a la calle Corrientes, y llevar 13 años y 6 meses de residencia en el país, cuando de tratarse del niño francés llevaría 11 años y 6 meses de residencia.
Se dice de profesión tipógrafo, dato veraz, porque estaba entonces empleado en la imprenta Bon Marché, donde se imprimió “El Heraldo”, entre julio de 1904 y marzo de 1905, justamente dentro de la fecha en que fue detenido en Florencio Varela: 12 al 17 de septiembre de 1904.Y fue “retirado por su padre” cuando todos sabemos que no tenía padre conocido.
Resulta lógico entonces que las impresiones digitales del cantor hayan sido las mismas que figuraban en sus documentos. Las impresiones digitales no cambian con los años.
No se ha podido probar en cambio que las impresiones digitales del niño nacido en Toulouse ni las del alumno cuya escolaridad está documentada en Buenos Aires fueran las mismas del detenido en Florencio Varela.
Agreguemos a esto que el mismo Carlos Gardel admitió haber trabajado como tipógrafo en “El Heraldo” en entrevista publicada en “El Diario” de Montevideo del 19 de Septiembre de 1933, periódico que se imprimió en la imprenta de Cúneo donde Gardel trabajó, según declaraciones de Esteban Capot. Tuvo que ser entre julio de 1904 y marzo de 1905, porque solamente durante ese período se imprimió allí “El Heraldo”.
Que además “El Heraldo”, como “Periódico Colorado, Noticioso y Comercial”, aparecía jueves y domingos en Tacuarembó, y fue fundado allí a requerimiento de Carlos Escayola.
Que cantó en La Boca el 13 de marzo de 1904 cuando el triunfo socialista de Alfredo Palacios.
Que ese mismo año lo escuchó Carlos Dedico, periodista turfístico y autor del tango “Paquetín Paquetón” grabado por Gardel, en un club de la calle Cevallos, llevado por Constancio Traverso.
Y que mientras tanto, el hijo francés de Berta Gardes, con 13 años de edad, estaba pupilo en el Colegio San Estanislao, donde concluyó sus estudios con 10 puntos en todas las materias, hecho incompatible con las andanzas de un jovencito detenido por vagancia.
3) Si hubo dos niños, la tan mentada leyenda del desertor, es un invento repetido por algunos biógrafos que no tiene ninguna explicación lógica, además de ser un rebusque de los francesistas para justificar su indocumentación muy posterior a su fallecimiento, cuando se comprobó por fin que su documento uruguayo era absolutamente legal ¿ o es que la Argentina otorgaba nacionalidad con documentos falsos? Ni Razzano ni Defino mencionaron nunca que Gardel tuviera temor alguno de ser considerado como tal.Si Gardel hubiera sido el niño francés que llegó a Buenos Aires en 1893, hubiera podido nacionalizarse argentino en 1908 y entonces no hubiera tenido obligación de presentarse en Francia en caso de guerra. Es absurdo pensar que estuvo penando con su documentación hasta 1920 pudiendo haberse documentado en 1908, seis años antes de la guerra de 1914.
4) Si hubo dos niños, el hecho de que fuera el mismo Gardel quien escribiera su testamento, no convierte en veraz su contenido porque los indicios y pruebas acumuladas, demostrativas de que Gardel tenía otra edad, otros padres y otra nacionalidad indican lo contrario.
Queda probado entonces que se consumó un FRAUDE, o sustitución de persona, concebido por Armando Defino, quien se aprovechó de la buena fe del cantor y de Berta Gardes, a los fines de poder seguir manejando los bienes del mismo, aún en “el caso de una desgracia”.
Con esta maniobra en la que involucró a Berta llamándola por teléfono y presentándole ya los hechos consumados a un día y medio de la muerte del cantor, cuando la pobre mujer estaba todavía aturdida por el dolor de la pérdida, se aseguró el silencio de la misma y de los amigos que creyeron que lo del testamento en el que Gardel se mentía francés fue una decisión nacida de él mismo para asegurar económicamente a su madre adoptiva en caso de una desgracia y se aseguró además la complicidad de los que, aún entendiendo que fue una maniobra pergeñada por Defino, conociendo el cariño que Gardel le profesaba, trataron de preservar la honorabilidad de Berta Gardes, y ocultaron la verdad sobre la nacionalidad del cantor de tangos más famoso de todos los tiempos para no perjudicarla.
Defino convirtió a Berta en cómplice del fraude no para asegurarle su bienestar económico futuro sino para asegurarse el suyo propio manteniéndola sujeta a sus decisiones. Hasta se fue a vivir con ella para poder controlar todas sus actividades y evitar que hiciera más declaraciones inconvenientes. Su afirmación: “Yo sentía la obligación de sacrificarme por la tranquilidad de ella”, es poco creíble.Tanto “se sacrificó” que, a pesar de vivir juntos, y de haberse ocupado de que Berta redactase un segundo testamento a su favor, se hizo remitir una carta en la que ella confirme su deseo de que a su muerte, todas sus cosas le pertenezcan. (*2)
Se aseguró de ese modo que la herencia de Gardel fuera a parar finalmente a sus manos.
No contaba con la astucia de Razzano, quien finalmente malogró su bien pensada maniobra.
La nacionalidad uruguaya de Carlos Gardel está indubitablemente probada a través de sus fotografías de infancia porque:
1) No hay espacio en la trayectoria escolar conocida de Charles Gardes para un período escolar en Montevideo.
2) Ni el C.E.G. ni nadie ha presentado documento alguno que invalide la evidencia de que el cantor fue fotografiado en la escuela de varones Nº 27 de la calle Durazno casi Médanos de Montevideo.
3) Ni el C.E.G. ni nadie ha presentado documento alguno que pruebe que la fotografía escolar de Gardel corresponde a alguna hipotética escuela de Buenos Aires.
4) Mientras nadie invalide con pruebas concretas la asistencia de Gardel a la escuelita montevideana, seguirá vigente que Carlos Gardel y Charles Romuald Gardes fueron dos niños distintos, aún cuando no se sepa cuando y donde murió el segundo. Tengamos en cuenta que TODA la documentación sobre el niño desaparecido quedó en manos de Armando Defino y que sin conocer fecha y lugar de fallecimiento es prácticamente imposible determinar cual fue su fin. Siendo parte de una familia muy habituada a los viajes, pudo morir en el país o en el extranjero: en París, en Bordeaux, en Toulouse, en Albi, en Senegal, en Venezuela, o en Indochina, todos lugares ligados a su familia biológica.
La historia se construye con los datos aportados hasta el presente, que en este momento se ha volcado favorable y definidamente hacia la orientalidad de Gardel.
Mientras nadie presente PRUEBAS que invaliden la demostrada existencia de dos niños, Carlos Gardel nació en Tacuarembó, República Oriental del Uruguay, como él mismo lo expresara: “Nací en Tacuarembó, lo que por sabido, es ocioso aclarar”.
Al no tener ningún parentesco con los protagonistas de esta historia, la facultad de solicitar un examen de ADN está fuera de mis posibilidades.
No me niego a apoyar la gestión que está propiciando el Dr. Carlos Perrota, a la que se han sumado los investigadores e instituciones del tango uruguayos, pero considero que ante las pruebas aportadas, ya es superfluo.
Para que se hiciera necesario, los sostenedores de la versión “Oficial” tendrían que aportar alguna prueba concreta, no simples malinterpretaciones de reglamentos escolares, de la presencia de Charles Romuald Gardes en la escuelita de Durazno y Médanos.
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(*1) Dice el Dr Paysée González en el Capítulo XX, pag 321 de la última edición de su libro “Páginas Abiertas”:
... “ni antes ni ahora, ninguna mujer puede tener a su lado a un infante sin justificar en algún momento su origen o su entrega”.
... “De alguna manera debía justificar esa tenencia de hecho que detentaba sobre un hijo ajeno de padres que no podía denunciar”.
“...Seguramente entonces, con su hijo verdadero en otras manos, Berta pudo justificar la identidad de Carlitos ante tales requerimientos, con los documentos de Toulouse, pertenecientes a Charles Romuald Gardes”. (favorecida por el hecho de que en aquella época, tales documentos no incluían ni fotografías ni impresiones digitales)
Agrega Paysée González:
... “no existía en ella una decidida intención de suplantar personas y atribuirle a un infante la identidad de otro en forma definitiva, sino sólo el propósito de hacer VIABLE aquella simple tenencia que detentaba, sin otra solución legal posible.”En consecuencia, el hecho de que Carlos Gardel utilizara la identidad del hijo francés de Berta hasta haber podido documentarse, no implica que haya nacido en Francia.
Es natural que haya elegido al documentarse un nombre parecido al que utilizó hasta lograr su propia identidad. También que siguiera utilizando la misma fecha de nacimiento, (11 de diciembre) modificando sólo el año. Fecha que, casualmente, sostuvo en 1902, cuando intentó obtener en Montevideo una valota a nombre de Carlos Escayola.
(*2) Armando Defino reproduce en su libro, pág. 55, parte del primer testamento ológrafo redactado por Berta Gardes el 29 de septiembre de 1938, cuando todavía vivía con el matrimonio Beaux-Muñiz y, curiosamente, elimina la parte donde Berta enumera lo que lega a sus otros beneficiarios dejando sólo la parte que dice:
... “del REMANENTE de todos mis bienes, acciones y derechos nombro por mi único y universal heredero a Armando V. De Fino, que firma Armando Defino...”¿Ese “remanente” incluiría la casa?
Seguramente Berta dejaba su casa al matrimonio Muñiz que vivía con ella. Sólo podemos conjeturar porque ese primer testamento fue destruído por Adela Defino, furiosa al ver que un importante coleccionista lo había tomado de una caja y había comenzado a leerlo. Pero testimonios que el Sr. Angel Olivieri hace en su libro “Historias de Tango” Ediciones Arrabal, Bs. As. 2005, "El otro testamento de doña Berta", Página 71, hablan de que dejaba algunas cosas a su ahijado, supuestamente Alberto Vacca, hijo de Rosa Carroll de Vacca, la mujer que se habría ocupado de la crianza del niño francés Charles Romuald Gardes.
Vale la pena destacar que Defino menciona también en su libro, pág. 205, que Berta Gardes, a quien agotaban físicamente las salidas por las distancias que a veces tenía que recorrer y el inconveniente de no conseguir taxi para volver, decidió la compra de un automóvil y “me encargó la compra del mismo pidiéndome que lo hiciera a mi nombre. Así lo hice y así quedó solucionado el problema del transporte. Ya adquirido el automóvil, me dijo que la idea de ponerlo a mi nombre obedecía a que quería regalármelo. Lo acepté muy agradecido por venir de Doña Berta quien me conocía muy bien y sabía que con respecto a ella, yo estaba exento de toda idea de lucro.”¡Y después hay quien dice que Doña Berta, como buena francesa, era muy ahorrativa!
Sería interesante averiguar si este “regalo” fue anterior a la confección del testamento de Berta de 1938.
Para no tener que seguir “sacrificándose”, aceptando ese tipo de “regalos”, Defino se ocupa, apenas se va a vivir con Doña Berta, de que la misma redacte el 2 de julio de 1942, un segundo testamento en el que lo nombra único heredero de TODOS sus bienes.
Para evitar problemas, “si bien la única dificultad” consistía en la separación de sílabas al escribir su apellido, y TODOS los demás datos referidos a fecha, lugar de nacimiento y datos de los padres eran coincidentes, hace que la Sra Berta aclare: “Armando V. De Fino, que firma Armando Defino”.
Recordemos que en el testamento ológrafo de Gardel, éste no dice en ninguna parte: “Charles Romuald Gardes, que firma Carlos Gardel”
Según declaraciones de Isabel del Valle, a la muerte de Anaïs Beaux , Armando Defino echó de la casa de Berta a Fortunato Muñiz.
Defino en cambio dice en su libro que “el anciano esposo de dicha señora, don Fortunato Muñiz, por razones obvias, abandonó la casa y se fue a vivir con su hijo, donde falleció al poco tiempo.”
No sé cuales pueden haber sido esas “razones obvias”, porque el señor Muñiz había sido siempre como un hermano para Doña Berta y había vivido con ella más de 30 años. Entiendo que sacar a una persona anciana de su casa y sus costumbres, después de haber sufrido tan dolorosa pérdida sólo podía acelerar su muerte, además de que Berta debe de haberlo extrañado mucho.
¿Habrá temido que Don Fortunato heredara la casa de Berta en caso de fallecer antes que su querido amigo?
¿Por qué Defino nunca propició una entrevista periodística a ese hijo de Don Fortunato Muñiz que según los Sres Barsky compartió la infancia de Gardel? Seguramente debía de saber mucho sobre la verdadera historia de Carlos Gardel?
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Bibliografía
Armando Defino: Carlos Gardel - La verdad de una vida - Cñía General Fabril Editora, S.A.
R. Ostuni: “Repatriación de Gardel” Ed. C. de Tango.
N. Bayardo: "Dos Rostros para Gardel" Fundación Bco. Boston 1998.
“Vida y milagros de Carlos Gardel”. Montevideo: La República, 1988
C. Bricheteau: “Généalogie d’un mythe ou la famille toulousaine de Carlos Gardel » Toulouse, 2004.
M. Ruffié, J.C.Esteban y G. Galopa: “ Carlos Gardel: Sus antecedentes Franceses” 2006. Editorial Corregidor
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En las entradas anteriores que figuran a continuación de esta nota encontrará ampliada la información sobre la Casa Benincasa Hnos.
En el blog Carlos Gardel ¿Tipógrafo por tradición familiar?
http://gardeltipografo.blogspot.com/
encontrará ampliada la información sobre la relación del cantor con su familia biológica.
Refuerza esta convicción al decir “suministrada casualmente por Bertha Gardes.” porque con esa afirmación admite lo que nunca se puso en duda: QUE EL NIÑO DE LA FOTO ES EFECTIVAMENTE CARLOS GARDEL, sin necesidad de que se haga peritaje alguno para confirmarlo. No hay otra explicación que justifique que Berta Gardes tuviera en su poder una foto de un grupo escolar de una escuela de Montevideo a la que el cantor afirmó haber asistido, y que afirmara además que se trataba de Carlos Gardel.
Las fotografías existentes de la Escuela Superior de Niñas de Talcahuano 678, a la que asistió el hijo francés de Berta Gardes, con sus enormes diferencias edilicias con la escuelita de Durazno y Médanos, PRUEBAN que la fotografía escolar de Gardel no fue tomada allí.
Como si no bastaran las diferencias existentes a simple vista, recordemos que los planos de la escuela de Talcahuano 678, no tienen tampoco ninguna coincidencia con las características de distribución de la escuela de Durazno y Médanos.
Hay que agregar a lo dicho que no hay ninguna posibilidad de que la fotografía escolar de Gardel haya sido tomada con posterioridad a 1897, porque un segundo documento fotográfico tomado en 1894 en Buenos Aires por la casa Benincasa Hnos. lo muestra con alrededor de 10 años, es decir, con más edad, acompañado por una niña, que a juzgar por la fecha en que pudo ser tomada la fotografía fue Francisca Franchini.
Es imposible entonces que la foto escolar haya sido tomada en fecha posterior a la que lo muestra con la niña Franchini. En consecuencia es imposible que haya sido tomada en ninguna de las otras escuelas a las que asistió posteriormente el niño francés.
El C.E.G. niega irracionalmente las evidencias de que esa fotografía fue tomada en Montevideo y afirma, tratando ilusoriamente de sostener lo ya insostenible, que fue tomada en una hipotética escuela de Buenos Aires, pero no aporta prueba alguna que permita suponer siquiera de que escuela se trata.
Si tuvieran la intención de debatir seriamente informarían concretamente a qué escuela de Buenos Aires se refieren.
Es evidente que no pueden invalidar NADA porque no tienen fotografías o planos de la misma que permitan determinar coincidencias edilicias entre la foto escolar suministrada por Berta Gardes y la supuesta escuela que mencionan.
Tanto el C.E.G como sus integrantes, al hacerse los desentendidos sobre este tema, por su incapacidad de rebatir este HECHO tan definitorio de la orientalidad de Gardel, robustecen, reafirman y confirman las siguientes conclusiones:
1) El hecho probado de la presencia de Gardel en Montevideo antes de 1893, demuestra que el testamento ológrafo presentado por Berta Gardes y Armando Defino, a los fines de suplantar a Carlos Gardel por el hijo de Berta Gardes nacido en Toulouse en 1890, era, es y será falaz hasta que no se demuestre lo contrario.
Aún en el caso de ser auténtico, es decir, de haber sido escrito por el cantor, su contenido , ante la probanza de la existencia de otro niño, resulta falaz y se hace evidente entonces que fue escrito por consejo de Armando Defino, para evitarle a Berta Gardes el problema de tener que explicar su verdadera filiación con el cantor, habida cuenta de que toda la documentación de Gardel, además de la sutil diferencia en el apellido, lo daba como nacido en Tacuarembó, Uruguay, en 1887, y con ambos padres fallecidos.
El mismo Armando Defino dice en su libro “Carlos Gardel, la verdad de una vida”, pag 93:
“Cuando se acercaba la fecha en que debía volver a Europa, se actualizó lo referente a su situación jurídica por el cambio de nombre. Si bien es cierto que la única dificultad era la del cambio de la “s” por la “l”, le aconsejé que hiciera el testamento ológrafo aclarando sus nombres, apellido, fecha y lugar de nacimiento.” Con este comentario está admitiendo implícitamente que las dificultades no estaban sólo en el cambio de la “s” por la “l”, sino también en que Carlos, en su documento oficial, se confesaba nacido en OTRO año: 1887, de otra nacionalidad: URUGUAYO NACIDO EN TACUAREMBÓ, y con sus padres FALLECIDOS.
El Dr. Carlos Perrota afirma que estas diferencias no hubieran impedido que Berta Gardes heredara al cantor, en caso de una desgracia, aún si hubiera hecho el testamento a su favor sin decirse hijo de la misma, pero Carlos no sabía que había otros procedimientos que hubieran podido significar el reconocimiento legal de Berta como su madre, porque no era abogado ni empleado de escribanía, entonces hizo lo que le aconsejó alguien en quien él confiaba al punto de llamarlo “hermano”.
Dice además el Dr. Perrota: “
“Se discute, ¿por qué, siendo su madre heredera forzosa, se hacía necesario un testamento? Fácil es la respuesta, si se tienen en cuenta dos cosas:
a) que si hoy día, obtener una partida francesa para acreditar un vínculo demora meses y cuesta dinero, mucho mayor problema era hace setenta años; y
b) que el cantor había firmado todos sus contratos, canciones y aún cuentas bancarias como CARLOS GARDEL, lo que hubiera provocado también largas y costosas tramitaciones aquí y en el extranjero para lograr decisiones judiciales que declararan que CARLOS GARDEL y CARLOS ROMUALDO GARDES eran una misma persona. TODO ELLO LO SIMPLIFICÓ EL TESTAMENTO.”
En esencia, el Dr. Perrota está admitiendo que sin ese testamento, por la forma en que la justicia actúa, Berta se hubiera muerto antes de poder acceder a la herencia del cantor, dado que el testamento no sólo tuvo que poner en claro el cambio de una letra , sino también crear un vínculo hasta entonces jurídicamente inexistente entre Carlos y Berta Gardes.
Y Armando Defino, artífice de la maniobra, se hubiera quedado de un día para otro, sin los ingresos que le proporcionaba su representado.
Lo que habría que preguntar, como decía el Arquitecto Bayardo, es: ¿por qué ese testamento lleno de irregularidades fue validado en Argentina y Uruguay?
La indolencia uruguaya en este caso fue tan culpable del fraude como la deshonestidad de Defino.
A pesar de que los defensores de la versión oficial se llenan la boca diciendo que “las justicias de Argentina y Uruguay determinaron que Carlos Gardel y Charles Romuald Gardes eran una misma persona”, la realidad dice que éste no es un caso jurídico sino histórico y la justicia no lauda en las investigaciones históricas aunque esta última podría desencadenar una investigación judicial.
Carlos Gardel, presionado por su “hermano” y ya sobre el día de partida, copió textualmente el texto que Armando Defino le presentó en el que sólo faltaba la fecha, por eso, contra su costumbre, escribió “así” correctamente y no como lo escribía siempre: “Hasí” o “Hací”, que es como lo siguió escribiendo posteriormente. Tan textualmente lo copió que hasta dejó el espacio para la fecha y recién cuando Defino le indicó que la pusiera lo hizo.
No hay otra explicación lógica para que el nº 7 haya sido agregado después de que el resto del texto fuera escrito.
Esta es una carta copiada del libro de Nelson Bayardo:
"TANGO; de la mala vida a Gardel".
Está dirigida al dueño de un restaurant en Montevideo, no está fechada pero lógicamente fue escrita antes de que Gardel viajara a Europa. En consecuencia fue anterior al testamento ológrafo.
No está claro si Gardel escribió "hasí" o "hací".
Este fragmento corresponde al testamento de Carlos Gardel escrito el 7 de noviembre de 1933. Aquí también figura la palabra "así", pero sin hache. La "s" está clara.
Este fragmento pertenece, según la página Gardel Web, a una carta que Gardel le escribió a Defino en el mes de febrero de 1934, es decir que fue posterior al testamento, donde también figura la palabra "hasí" o "hací".
Y aquí tenemos una carta escrita por Gardel a le Pera en 1934 antes de embarcarse en el Bremmen, -también posterior al testamento, donde se claramente que Gardel escribió "hací".
La realidad muestra además, que el nacimiento en Tacuarembó, resistido por sus biógrafos oficiales fue la única confesión oficial que Gardel hizo de su verdadera nacionalidad.
En consecuencia:
1) Si hubo dos niños, la genealogía y la trayectoria de Berta Gardes no tienen ninguna incidencia en la concepción y nacimiento del cantor Carlos Gardel, ya que las evidencias conducen a pensar que fue hijo de Carlos Escayola y María Lelia Oliva. Que Berta haya estado o no en el Río de la Plata antes de 1893 no cambia ese hecho porque sólo fue su madre adoptiva.
Si bien se ha probado que Berta Gardes estaba en Bordeaux en mayo de 1886, con 21 años de edad, también es cierto que habiendo alcanzado la mayoría de edad, estaba lista para decidir su propia vida.
El hecho de que haya tenido a su hijo en Toulouse, (Su maternidad es parte de la historia, aunque no se haya tratado del cantor Carlos Gardel), ofrece dos posibilidades:
a) Que efectivamente el padre haya sido Paul Lasserre, para lo cual tiene que haber estado primero un período relativamente largo en esa ciudad para tener tiempo de conocer, intimar y concebir un hijo de este señor.
La constancia migratoria hallada por la Sra Clara Koser, extendida por las autoridades migratorias de Nueva York acerca del arribo de Berthe Gardes, a esa ciudad, el día 26 de julio de 1882, a bordo del vapor Valencia, desde Venezuela y en tránsito a Francia, demuestra también que la “fantasía” de que la familia de Berta Gardes se trasladaba de un lado a otro formando un núcleo indivisible, imaginada por el investigador Esteban es también errónea.
Al hablar de la trayectoria de Berta Gardes el investigador decía:
“En 1883 la familia está de regreso en Francia, reside en 32, Rue Prunier de Burdeos.”Y ahora resulta que Berta volvía a Francia ya a mediados de 1882 sin su hermano ni su padrastro, lo que prueba que los movimientos de los componentes de la familia eran independientes.
b) La otra posibilidad es que efectivamente Berta, al alcanzar la mayoría de edad, haya dejado la casa materna para dirigirse a Toulouse a tentar fortuna (siempre dijo haber tenido una mala relación con su madre), donde aún vivía su familia paterna, y al ver que allí las posibilidades no eran muy halagüeñas, haya partido hacia el Río de la Plata. Como no hay registros de viajes hasta 1888, Berta pudo muy bien haber gestionado su pasaporte en Haute Garonne después de mayo de 1886 y antes de 1888, lo que le daba la posibilidad, una vez en el Río de la Plata y en Tacuarembó, (ya que transcurren casi 4 años de 1886 a 1890), de conocer, intimar y concebir un hijo de Romualdo López, tipógrafo de “El Heraldo” de Tacuarembó, perteneciente a Clelio Oliva, hermano de María Lelia Oliva, diario fundado a requerimiento de Carlos Escayola. (La identidad de Romualdo López está perfectamente documentada).
Recordemos además que Nelson Bayardo decía que “Berthe Gardes tomó a su cargo, en 1886, el cuidado del niño que años después pasaría por hijo suyo sin serlo, dejándolo con Anaïs Beaux antes de partir hacia Francia para tener su propio hijo” (Por supuesto la fecha es estimativa.
Al no haber registros de arribos o partidas no puede haber certezas, pero tampoco los hay en Haute Garonne hasta 1888, como para poder afirmar categóricamente que Berta nunca estuvo en el Río de la Plata antes de 1893). Ni se han encontrado registros del arribo de Anaïs al Río de la Plata pero aquí estaba.
Doble coincidencia bastante llamativa: que el hijo francés de Berta se llame Romualdo, como el linotipista de Tacuarembó y que Bayardo cite el año 1886 como posible año del conocimiento de Berta de la existencia del niño que luego se llamaría Carlos Gardel. (Nelson Bayardo falleció antes de que se conociera el censo de Bordeaux)
Si además tenemos en cuenta que Berta siempre confesó tener una mala relación con su madre, las declaraciones de Isabel del Valle y de la propia Berta en el sentido de que su madre la echó al saber que estaba embarazada, resulta creíble. No sería difícil que esta hubiera llegado de Montevideo a Bordeaux embarazada, buscando protección familiar, y que al ser rechazada por su madre se fuera a Toulouse, de donde habría partido, y pidiera protección a su tía Jeanne Pétronille Gardes , hermana de Vital Gardes, padre de Berta, casada con Marius Barrat, Administrador de Hospitales de Toulouse. Ambos tomaron a la joven Berta bajo su protección y la alojaron en su casa de la calle 4 rue du Canon D’Arcole de esa ciudad hasta el alumbramiento, donde tal vez haya permanecido hasta que resolvió volver al Río de la Plata llamada por su amiga Anaïs Beaux, a quien había dejado en Montevideo a cargo de Carlitos, antes de regresar a Francia.
Agravaba la situación el hecho de que cuando Berthe dio a luz a Charles Romuald, en Toulouse, la única familiar directa que estaba en ese momento en Bordeaux era su madre, su hermano mayor se encontraba fuera de Francia.
2) Si hubo dos niños, queda probado también que el detenido en Florencio Varela fue el cantor Carlos Gardel, quien hasta que adoptó un nombre propio utilizó la identidad del hijo de Berta Gardes para desenvolverse sabiendo que en caso de verse en un apuro su madre adoptiva lo apañaría.(*1)
De ahí que, a pesar de que Gardel tenía ya alrededor de 19 años, aprovechara la circunstancia de ser bajo y casi lampiño (testimonio de Omar Zatti) para hacerse pasar por un menor imberbe. Es evidente que no presentó identificación alguna porque el prontuario dice claramente de su edad que es APARENTE.
Dice vivir en Uruguay 162, desconociendo que Berta se había mudado ya a la calle Corrientes, y llevar 13 años y 6 meses de residencia en el país, cuando de tratarse del niño francés llevaría 11 años y 6 meses de residencia.
Se dice de profesión tipógrafo, dato veraz, porque estaba entonces empleado en la imprenta Bon Marché, donde se imprimió “El Heraldo”, entre julio de 1904 y marzo de 1905, justamente dentro de la fecha en que fue detenido en Florencio Varela: 12 al 17 de septiembre de 1904.Y fue “retirado por su padre” cuando todos sabemos que no tenía padre conocido.
Resulta lógico entonces que las impresiones digitales del cantor hayan sido las mismas que figuraban en sus documentos. Las impresiones digitales no cambian con los años.
No se ha podido probar en cambio que las impresiones digitales del niño nacido en Toulouse ni las del alumno cuya escolaridad está documentada en Buenos Aires fueran las mismas del detenido en Florencio Varela.
Agreguemos a esto que el mismo Carlos Gardel admitió haber trabajado como tipógrafo en “El Heraldo” en entrevista publicada en “El Diario” de Montevideo del 19 de Septiembre de 1933, periódico que se imprimió en la imprenta de Cúneo donde Gardel trabajó, según declaraciones de Esteban Capot. Tuvo que ser entre julio de 1904 y marzo de 1905, porque solamente durante ese período se imprimió allí “El Heraldo”.
Que además “El Heraldo”, como “Periódico Colorado, Noticioso y Comercial”, aparecía jueves y domingos en Tacuarembó, y fue fundado allí a requerimiento de Carlos Escayola.
Que cantó en La Boca el 13 de marzo de 1904 cuando el triunfo socialista de Alfredo Palacios.
Que ese mismo año lo escuchó Carlos Dedico, periodista turfístico y autor del tango “Paquetín Paquetón” grabado por Gardel, en un club de la calle Cevallos, llevado por Constancio Traverso.
Y que mientras tanto, el hijo francés de Berta Gardes, con 13 años de edad, estaba pupilo en el Colegio San Estanislao, donde concluyó sus estudios con 10 puntos en todas las materias, hecho incompatible con las andanzas de un jovencito detenido por vagancia.
3) Si hubo dos niños, la tan mentada leyenda del desertor, es un invento repetido por algunos biógrafos que no tiene ninguna explicación lógica, además de ser un rebusque de los francesistas para justificar su indocumentación muy posterior a su fallecimiento, cuando se comprobó por fin que su documento uruguayo era absolutamente legal ¿ o es que la Argentina otorgaba nacionalidad con documentos falsos? Ni Razzano ni Defino mencionaron nunca que Gardel tuviera temor alguno de ser considerado como tal.Si Gardel hubiera sido el niño francés que llegó a Buenos Aires en 1893, hubiera podido nacionalizarse argentino en 1908 y entonces no hubiera tenido obligación de presentarse en Francia en caso de guerra. Es absurdo pensar que estuvo penando con su documentación hasta 1920 pudiendo haberse documentado en 1908, seis años antes de la guerra de 1914.
4) Si hubo dos niños, el hecho de que fuera el mismo Gardel quien escribiera su testamento, no convierte en veraz su contenido porque los indicios y pruebas acumuladas, demostrativas de que Gardel tenía otra edad, otros padres y otra nacionalidad indican lo contrario.
Queda probado entonces que se consumó un FRAUDE, o sustitución de persona, concebido por Armando Defino, quien se aprovechó de la buena fe del cantor y de Berta Gardes, a los fines de poder seguir manejando los bienes del mismo, aún en “el caso de una desgracia”.
Con esta maniobra en la que involucró a Berta llamándola por teléfono y presentándole ya los hechos consumados a un día y medio de la muerte del cantor, cuando la pobre mujer estaba todavía aturdida por el dolor de la pérdida, se aseguró el silencio de la misma y de los amigos que creyeron que lo del testamento en el que Gardel se mentía francés fue una decisión nacida de él mismo para asegurar económicamente a su madre adoptiva en caso de una desgracia y se aseguró además la complicidad de los que, aún entendiendo que fue una maniobra pergeñada por Defino, conociendo el cariño que Gardel le profesaba, trataron de preservar la honorabilidad de Berta Gardes, y ocultaron la verdad sobre la nacionalidad del cantor de tangos más famoso de todos los tiempos para no perjudicarla.
Defino convirtió a Berta en cómplice del fraude no para asegurarle su bienestar económico futuro sino para asegurarse el suyo propio manteniéndola sujeta a sus decisiones. Hasta se fue a vivir con ella para poder controlar todas sus actividades y evitar que hiciera más declaraciones inconvenientes. Su afirmación: “Yo sentía la obligación de sacrificarme por la tranquilidad de ella”, es poco creíble.Tanto “se sacrificó” que, a pesar de vivir juntos, y de haberse ocupado de que Berta redactase un segundo testamento a su favor, se hizo remitir una carta en la que ella confirme su deseo de que a su muerte, todas sus cosas le pertenezcan. (*2)
Se aseguró de ese modo que la herencia de Gardel fuera a parar finalmente a sus manos.
No contaba con la astucia de Razzano, quien finalmente malogró su bien pensada maniobra.
La nacionalidad uruguaya de Carlos Gardel está indubitablemente probada a través de sus fotografías de infancia porque:
1) No hay espacio en la trayectoria escolar conocida de Charles Gardes para un período escolar en Montevideo.
2) Ni el C.E.G. ni nadie ha presentado documento alguno que invalide la evidencia de que el cantor fue fotografiado en la escuela de varones Nº 27 de la calle Durazno casi Médanos de Montevideo.
3) Ni el C.E.G. ni nadie ha presentado documento alguno que pruebe que la fotografía escolar de Gardel corresponde a alguna hipotética escuela de Buenos Aires.
4) Mientras nadie invalide con pruebas concretas la asistencia de Gardel a la escuelita montevideana, seguirá vigente que Carlos Gardel y Charles Romuald Gardes fueron dos niños distintos, aún cuando no se sepa cuando y donde murió el segundo. Tengamos en cuenta que TODA la documentación sobre el niño desaparecido quedó en manos de Armando Defino y que sin conocer fecha y lugar de fallecimiento es prácticamente imposible determinar cual fue su fin. Siendo parte de una familia muy habituada a los viajes, pudo morir en el país o en el extranjero: en París, en Bordeaux, en Toulouse, en Albi, en Senegal, en Venezuela, o en Indochina, todos lugares ligados a su familia biológica.
La historia se construye con los datos aportados hasta el presente, que en este momento se ha volcado favorable y definidamente hacia la orientalidad de Gardel.
Mientras nadie presente PRUEBAS que invaliden la demostrada existencia de dos niños, Carlos Gardel nació en Tacuarembó, República Oriental del Uruguay, como él mismo lo expresara: “Nací en Tacuarembó, lo que por sabido, es ocioso aclarar”.
Al no tener ningún parentesco con los protagonistas de esta historia, la facultad de solicitar un examen de ADN está fuera de mis posibilidades.
No me niego a apoyar la gestión que está propiciando el Dr. Carlos Perrota, a la que se han sumado los investigadores e instituciones del tango uruguayos, pero considero que ante las pruebas aportadas, ya es superfluo.
Para que se hiciera necesario, los sostenedores de la versión “Oficial” tendrían que aportar alguna prueba concreta, no simples malinterpretaciones de reglamentos escolares, de la presencia de Charles Romuald Gardes en la escuelita de Durazno y Médanos.
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(*1) Dice el Dr Paysée González en el Capítulo XX, pag 321 de la última edición de su libro “Páginas Abiertas”:
... “ni antes ni ahora, ninguna mujer puede tener a su lado a un infante sin justificar en algún momento su origen o su entrega”.
... “De alguna manera debía justificar esa tenencia de hecho que detentaba sobre un hijo ajeno de padres que no podía denunciar”.
“...Seguramente entonces, con su hijo verdadero en otras manos, Berta pudo justificar la identidad de Carlitos ante tales requerimientos, con los documentos de Toulouse, pertenecientes a Charles Romuald Gardes”. (favorecida por el hecho de que en aquella época, tales documentos no incluían ni fotografías ni impresiones digitales)
Agrega Paysée González:
... “no existía en ella una decidida intención de suplantar personas y atribuirle a un infante la identidad de otro en forma definitiva, sino sólo el propósito de hacer VIABLE aquella simple tenencia que detentaba, sin otra solución legal posible.”En consecuencia, el hecho de que Carlos Gardel utilizara la identidad del hijo francés de Berta hasta haber podido documentarse, no implica que haya nacido en Francia.
Es natural que haya elegido al documentarse un nombre parecido al que utilizó hasta lograr su propia identidad. También que siguiera utilizando la misma fecha de nacimiento, (11 de diciembre) modificando sólo el año. Fecha que, casualmente, sostuvo en 1902, cuando intentó obtener en Montevideo una valota a nombre de Carlos Escayola.
(*2) Armando Defino reproduce en su libro, pág. 55, parte del primer testamento ológrafo redactado por Berta Gardes el 29 de septiembre de 1938, cuando todavía vivía con el matrimonio Beaux-Muñiz y, curiosamente, elimina la parte donde Berta enumera lo que lega a sus otros beneficiarios dejando sólo la parte que dice:
... “del REMANENTE de todos mis bienes, acciones y derechos nombro por mi único y universal heredero a Armando V. De Fino, que firma Armando Defino...”¿Ese “remanente” incluiría la casa?
Seguramente Berta dejaba su casa al matrimonio Muñiz que vivía con ella. Sólo podemos conjeturar porque ese primer testamento fue destruído por Adela Defino, furiosa al ver que un importante coleccionista lo había tomado de una caja y había comenzado a leerlo. Pero testimonios que el Sr. Angel Olivieri hace en su libro “Historias de Tango” Ediciones Arrabal, Bs. As. 2005, "El otro testamento de doña Berta", Página 71, hablan de que dejaba algunas cosas a su ahijado, supuestamente Alberto Vacca, hijo de Rosa Carroll de Vacca, la mujer que se habría ocupado de la crianza del niño francés Charles Romuald Gardes.
Vale la pena destacar que Defino menciona también en su libro, pág. 205, que Berta Gardes, a quien agotaban físicamente las salidas por las distancias que a veces tenía que recorrer y el inconveniente de no conseguir taxi para volver, decidió la compra de un automóvil y “me encargó la compra del mismo pidiéndome que lo hiciera a mi nombre. Así lo hice y así quedó solucionado el problema del transporte. Ya adquirido el automóvil, me dijo que la idea de ponerlo a mi nombre obedecía a que quería regalármelo. Lo acepté muy agradecido por venir de Doña Berta quien me conocía muy bien y sabía que con respecto a ella, yo estaba exento de toda idea de lucro.”¡Y después hay quien dice que Doña Berta, como buena francesa, era muy ahorrativa!
Sería interesante averiguar si este “regalo” fue anterior a la confección del testamento de Berta de 1938.
Para no tener que seguir “sacrificándose”, aceptando ese tipo de “regalos”, Defino se ocupa, apenas se va a vivir con Doña Berta, de que la misma redacte el 2 de julio de 1942, un segundo testamento en el que lo nombra único heredero de TODOS sus bienes.
Para evitar problemas, “si bien la única dificultad” consistía en la separación de sílabas al escribir su apellido, y TODOS los demás datos referidos a fecha, lugar de nacimiento y datos de los padres eran coincidentes, hace que la Sra Berta aclare: “Armando V. De Fino, que firma Armando Defino”.
Recordemos que en el testamento ológrafo de Gardel, éste no dice en ninguna parte: “Charles Romuald Gardes, que firma Carlos Gardel”
Según declaraciones de Isabel del Valle, a la muerte de Anaïs Beaux , Armando Defino echó de la casa de Berta a Fortunato Muñiz.
Defino en cambio dice en su libro que “el anciano esposo de dicha señora, don Fortunato Muñiz, por razones obvias, abandonó la casa y se fue a vivir con su hijo, donde falleció al poco tiempo.”
No sé cuales pueden haber sido esas “razones obvias”, porque el señor Muñiz había sido siempre como un hermano para Doña Berta y había vivido con ella más de 30 años. Entiendo que sacar a una persona anciana de su casa y sus costumbres, después de haber sufrido tan dolorosa pérdida sólo podía acelerar su muerte, además de que Berta debe de haberlo extrañado mucho.
¿Habrá temido que Don Fortunato heredara la casa de Berta en caso de fallecer antes que su querido amigo?
¿Por qué Defino nunca propició una entrevista periodística a ese hijo de Don Fortunato Muñiz que según los Sres Barsky compartió la infancia de Gardel? Seguramente debía de saber mucho sobre la verdadera historia de Carlos Gardel?
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Bibliografía
Armando Defino: Carlos Gardel - La verdad de una vida - Cñía General Fabril Editora, S.A.
R. Ostuni: “Repatriación de Gardel” Ed. C. de Tango.
N. Bayardo: "Dos Rostros para Gardel" Fundación Bco. Boston 1998.
“Vida y milagros de Carlos Gardel”. Montevideo: La República, 1988
C. Bricheteau: “Généalogie d’un mythe ou la famille toulousaine de Carlos Gardel » Toulouse, 2004.
M. Ruffié, J.C.Esteban y G. Galopa: “ Carlos Gardel: Sus antecedentes Franceses” 2006. Editorial Corregidor
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